miércoles, 18 de abril de 2018

Si el 308 GTI puede ser rojo y negro, mi GTI también.

Por fin llego el dia, mi chapista me dice que cuando quiera puedo ir a por el coche, ya estaba soldado. Busque grúa y dos días después allí estaba para llevármelo, a primera vista le quedaba mucho trabajo y salieron fallos que antes no se veían. El trasto estuvo unos días a la lluvia y como era de esperar, había oxido en las soldaduras, pero era muy superficial y no parecía nada importante.

Mientras esperaba a la grua hable un rato con Benito (el chapista) y me conto que había noticias malas y buenas. Empezamos por las buenas, el coche estaba listo y era el momento de cobrar (lo que no había dicho es que eran buenas para el). Y las malas, al cortar pudo ver que la parte derecha del coche también estaba descuadrada, aunque no lo parecía en principio, pero por suerte era muy poco y se pudo enderezar sin problema.

Fuimos a ver el coche y me explico otro problema, el portón del maletero tenia mas separación por un lado que por el otro y parecía que el coche había quedado mal soldado, pero no, el portón estaba doblado, lo curioso es que lo compre de segunda mano y estaba montado en un coche que circulaba. Le di muchas vueltas a esto porque después de un arreglo así no estaba convencido de todo lo que me decía, pero después de medir, efectivamente, el coche estaba totalmente recto y el fallo estaba en el portón, incluso  al ponerlo en un suelo liso se notaba a simple vista, no se como no me fije cuando lo compre.

Bueno, con toda mi ilusión era el momento de llevármelo, la grúa acababa de llegar (gaste tanto en gruas que me plantee comprar una). Me monto dentro del coche con cara de felicidad y me dispongo a subirlo a la grúa, en ese momento se acerca Benito con algo en la mano, muevo la mano para dar contacto y bajar la ventanilla para escuchar lo que me esta diciendo, y ya me doy cuenta, lo que traía en la mano era la llave del coche, con la emocion me olvide de pedírsela, pero mi emoción se fue rápido, después de 6 meses parado no había batería, pero hay que ver la parte positiva, había que subirlo a la grúa tirando del gancho, que mejor momento para que el coche se parta en dos si quedo mal soldado, que en la puerta del taller.

Se subio a la grua sin mas problemas que casi romper el cabestrante de la grua, me olvide de sacarle el freno de mano y subio arrastrando, si que tienen fuerza esos trastos.
Esta vez no volvia para la casa de Adri, que acababa de tener una hija y ya no había sitio para mi coche, se habia comprado un suv diesel y grande, de color blanco y con un motor ridículo, lo normal cuando tienes un hijo, y ademas estaba en obras para ampliar el garaje, que tenian la idea de un segundo hijo y estaba viendo de comprar un microbús. Es broma, en realidad cuando nació la niña cambio el 124 por un Mini del 97, pero si que estuvo a punto de seguir la moda del suv con la pegatina de la familia.

Pues esta vez el coche se iba para casa de mis abuelos, no se si lo conte mas atrás cuando puse la foto del R5, pero mi abuelo murió entre los 6 meses que estuvo el Golf en el chapista, entonces me lleve el coche para su garaje. Allí se quedo unos días mientras hacia viajes de casa de Adri a la de mis abuelos a por todas las piezas que se habían quedado allí, que eran bastantes, el interior lo había vaciado casi entero para el arreglo.

Lo bueno de su nueva ubicacion es que me queda mas cerca, y que podía contar con el monton de herramientas que tiene mi padrino, ademas de su ayuda, y ver mucho mas a menudo a mi familia.
La desventaja, Bruma, la perra que quiere jugar todo el día, me coge la herramienta, se mete dentro del coche, me lame la cara cuando estoy tirado debajo del coche...

Y aqui las fotos del arreglo.




miércoles, 21 de marzo de 2018

Los problemas de la vida moderna.

La espera continua, estábamos ya a principios de verano y yo me pasaba el día en la playa, en unos de esos momentos entre baño y baño estaba tomando y apartando mi tupe de hipster moderno de la frente (cuando se moja no se queda hacia arriba), que luego me queda la marca blanca y en vez de moderno parezco un nerd (con las modas nuevas el limite entre moderno y friki, es muy difuso). En ese momento pensé volver a mi corte de pelo clásico de siempre y solucionar todos mis problemas con el flequillo, que me quede la marca y que me choque contra el techo del Golf, es un coche bastante bajo, toco con el pelo y solo mido 1,80.
Pero como tenia mucho tiempo libre mientras tomaba el sol, y ademas creo que el calor me empezaba a afectar al cerebro, pensé en buscar una opción B al problema del coche, como soy bastante aficionado a Los Simpsons recordé el capitulo en donde Marge conduce el Canyonero y tiene el mismo problema que yo, el pelo le toca en el techo, pero encuentra rápido la solución abriendo el techo solar.

Como igual ya visteis, mi coche no tiene techo solar, pero yo tengo una radial y varios discos de corte, donde estaba el problema? Efectivamente, en ningún sitio, se lo conté a mi amigo de playa y a los dos no parecía buena idea, un plan sin fisuras. Pues nada, nos dimos otro baño y ya con el cerebro fresquito lo pensé otra vez y empece a ver opciones por internet, hay una marca que fabrica techos solares universales, pero los veía muy pequeños y cutres, hasta que vi uno mas grande y de lona, parecido al que llevaba el primer Picasso en opción y que era muy raro de ver. Pero al final viendo las medidas me parecía muy aparatoso para el poco hueco que dejaba abierto.

Ya en casa segui buscando y encontré varios coches que llevaban un techo grande de lona, incluso parece ser que hubo un Polo Open Air que lo tenia. Ya estaba decidido, mi coche iba a llevar un techo abierto y lo mas grande posible. Después de unas 3 semanas de buscar cada 20 minutos, estaba a punto de irme a 400 km a por un Twingo entero que vendían muy barato, pero encontré un techo en Alemania por un buen precio, también de un Twingo y lo compre.

Poco después, sobre dos semanas, llegue de la playa y ahí estaba mi techo, en mitad del pasillo al lado de mi madre, que me había olvidado de avisarle de que iba a llegar un paquete grande. Al día siguiente lo metí en el coche y lo lleve para casa de Adri, a esperar la llamada del chapista.

Y las fotos.






Agradecimientos: Al alemán del techo, a mi madre por recoger el paquete, Adri por llenarle la casa de piezas, y a Marge por darme la idea.